Imperio Bizantino

Justiniano I

527 - 565 DC

1/2 Folis

Ceca: Tesalónica

21 MM

5,4 Gramos

ET:780


Justiniano I, emperador de Oriente entre 527 y 565, es una de las figuras más influyentes de toda la historia bizantina. Su reinado estuvo marcado por una ambición inmensa: restaurar la antigua grandeza del Imperio romano y unificar bajo su autoridad tanto lo político como lo religioso. Desde su ascenso, impulsado por el apoyo de su esposa Teodora y por su habilidad política, Justiniano emprendió reformas profundas en todos los ámbitos. Su obra más célebre fue la codificación del derecho romano, el Corpus Iuris Civilis, una recopilación monumental que ordenó siglos de legislación y se convirtió en la base del derecho europeo durante más de un milenio. También transformó la capital imperial con proyectos arquitectónicos que demostraban su poder, siendo Santa Sofía el símbolo máximo de su visión imperial.

En política militar, Justiniano intentó reconstruir el imperio mediterráneo, confiando en generales brillantes como Belisario y Narsés. Sus campañas lograron recuperar territorios clave: el norte de África arrebatado a los vándalos, gran parte de Italia tras duras guerras contra los ostrogodos y zonas del sur de Hispania. Sin embargo, estas victorias tuvieron un costo enorme en impuestos, recursos y vidas, debilitando la economía y generando tensiones internas. Su reinado también enfrentó crisis devastadoras, como la rebelión de Niká, que casi destruye Constantinopla, y la terrible peste del 541, que diezmó a la población del imperio.

A pesar de los desafíos, Justiniano dejó un legado duradero. Su combinación de ambición política, fervor religioso y energía administrativa definió una época en la que Bizancio pareció revivir las glorias de Roma. A su muerte, el imperio había recuperado parte de su antiguo territorio, pero también estaba exhausto

Justiniano I (527 - 565 DC) 1/2 Folis. Ceca de Tesalónica

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Imperio Bizantino

Justiniano I

527 - 565 DC

1/2 Folis

Ceca: Tesalónica

21 MM

5,4 Gramos

ET:780


Justiniano I, emperador de Oriente entre 527 y 565, es una de las figuras más influyentes de toda la historia bizantina. Su reinado estuvo marcado por una ambición inmensa: restaurar la antigua grandeza del Imperio romano y unificar bajo su autoridad tanto lo político como lo religioso. Desde su ascenso, impulsado por el apoyo de su esposa Teodora y por su habilidad política, Justiniano emprendió reformas profundas en todos los ámbitos. Su obra más célebre fue la codificación del derecho romano, el Corpus Iuris Civilis, una recopilación monumental que ordenó siglos de legislación y se convirtió en la base del derecho europeo durante más de un milenio. También transformó la capital imperial con proyectos arquitectónicos que demostraban su poder, siendo Santa Sofía el símbolo máximo de su visión imperial.

En política militar, Justiniano intentó reconstruir el imperio mediterráneo, confiando en generales brillantes como Belisario y Narsés. Sus campañas lograron recuperar territorios clave: el norte de África arrebatado a los vándalos, gran parte de Italia tras duras guerras contra los ostrogodos y zonas del sur de Hispania. Sin embargo, estas victorias tuvieron un costo enorme en impuestos, recursos y vidas, debilitando la economía y generando tensiones internas. Su reinado también enfrentó crisis devastadoras, como la rebelión de Niká, que casi destruye Constantinopla, y la terrible peste del 541, que diezmó a la población del imperio.

A pesar de los desafíos, Justiniano dejó un legado duradero. Su combinación de ambición política, fervor religioso y energía administrativa definió una época en la que Bizancio pareció revivir las glorias de Roma. A su muerte, el imperio había recuperado parte de su antiguo territorio, pero también estaba exhausto

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