América Colonial.
Fernando VII
(1809)
8 Reales
Mexico
Con Chops
Plata. 39,5 MM - 26,91 Gramos
Ensayadores (TH)
Tomas Butron Miranda
Henrique Buenaventura Azorin
KM#110
ET: 1686
Fernando VII de España (1784–1833) fue rey en varios periodos turbulentos: 1808, y luego de forma definitiva entre 1813 y 1833. Su reinado estuvo marcado por la invasión napoleónica, la Guerra de la Independencia Española, la crisis del Imperio colonial y la lucha entre absolutismo y liberalismo.
Hijo de Carlos IV y María Luisa de Parma, Fernando llegó al trono en 1808 tras el Motín de Aranjuez, que obligó a su padre a abdicar. Sin embargo, ese mismo año fue engañado por Napoleón Bonaparte, quien lo llevó a Bayona y lo obligó a abdicar en favor del hermano del emperador, José Bonaparte, lo que desencadenó la Guerra de la Independencia Española (1808–1814).
Durante su cautiverio en Francia, España fue gobernada por una regencia y las Cortes de Cádiz proclamaron la Constitución de 1812, de carácter liberal. Al regresar al trono en 1814, Fernando fue recibido con entusiasmo, pero pronto traicionó las expectativas liberales: anuló la Constitución, restauró el absolutismo y persiguió a los liberales.
Su gobierno se caracterizó por una política autoritaria, censura, represión y el intento de mantener el control sobre las colonias americanas, que en esos años iniciaron sus procesos de independencia. Durante su reinado se perdieron casi todos los territorios de América, salvo Cuba, Puerto Rico y Filipinas.
Entre 1820 y 1823, una insurrección militar liderada por Rafael del Riego lo obligó a restablecer temporalmente la Constitución de 1812, periodo conocido como el Trienio Liberal. Sin embargo, en 1823, con la intervención francesa de los Cien Mil Hijos de San Luis, Fernando recuperó el poder absoluto.
Los chops o resellos chinos grabados sobre las monedas de plata grandes del siglo XIX, como los 8 reales mexicanos o los trade dollars europeos, son un testimonio directo del comercio internacional entre Occidente y Asia, especialmente del intenso intercambio con el mercado chino.
Durante los siglos XVIII y XIX, China utilizaba la plata como base de su sistema monetario, pero no producía suficientes monedas propias para su enorme comercio interno y marítimo. Por ello, las monedas extranjeras, en especial los 8 reales españoles y mexicanos, comenzaron a circular ampliamente en los puertos y centros comerciales chinos. Estas piezas, por su pureza y peso estables, eran aceptadas como moneda legítima, pero antes debían ser verificadas por los mercaderes locales.
Para garantizar su autenticidad, los comerciantes, banqueros y casas de cambio chinos marcaban las monedas con pequeños sellos o punzones, conocidos como chops. Estos grabados solían consistir en caracteres chinos o símbolos que representaban el nombre del comerciante, la casa de cambio o términos como “puro”, “verdadero” o “bueno”. Algunos resellos también correspondían a autoridades locales o aduanas, que certificaban la entrada de las monedas extranjeras en circulación.
Cada vez que una moneda cambiaba de manos, podía recibir un nuevo chop, de modo que muchas piezas terminaron con numerosos resellos superpuestos, lo que indica que habían pasado por distintas regiones o comerciantes. El objetivo de estos sellos era confirmar la autenticidad y el contenido metálico de la moneda, prevenir falsificaciones y adaptar las piezas extranjeras al sistema comercial chino.
En consecuencia, los chops funcionaban como una garantía de confianza dentro del comercio. Una moneda marcada por una casa acreditada adquiría mayor aceptación, algo comparable a una certificación bancaria moderna.
$204.000,00
América Colonial.
Fernando VII
(1809)
8 Reales
Mexico
Con Chops
Plata. 39,5 MM - 26,91 Gramos
Ensayadores (TH)
Tomas Butron Miranda
Henrique Buenaventura Azorin
KM#110
ET: 1686
Fernando VII de España (1784–1833) fue rey en varios periodos turbulentos: 1808, y luego de forma definitiva entre 1813 y 1833. Su reinado estuvo marcado por la invasión napoleónica, la Guerra de la Independencia Española, la crisis del Imperio colonial y la lucha entre absolutismo y liberalismo.
Hijo de Carlos IV y María Luisa de Parma, Fernando llegó al trono en 1808 tras el Motín de Aranjuez, que obligó a su padre a abdicar. Sin embargo, ese mismo año fue engañado por Napoleón Bonaparte, quien lo llevó a Bayona y lo obligó a abdicar en favor del hermano del emperador, José Bonaparte, lo que desencadenó la Guerra de la Independencia Española (1808–1814).
Durante su cautiverio en Francia, España fue gobernada por una regencia y las Cortes de Cádiz proclamaron la Constitución de 1812, de carácter liberal. Al regresar al trono en 1814, Fernando fue recibido con entusiasmo, pero pronto traicionó las expectativas liberales: anuló la Constitución, restauró el absolutismo y persiguió a los liberales.
Su gobierno se caracterizó por una política autoritaria, censura, represión y el intento de mantener el control sobre las colonias americanas, que en esos años iniciaron sus procesos de independencia. Durante su reinado se perdieron casi todos los territorios de América, salvo Cuba, Puerto Rico y Filipinas.
Entre 1820 y 1823, una insurrección militar liderada por Rafael del Riego lo obligó a restablecer temporalmente la Constitución de 1812, periodo conocido como el Trienio Liberal. Sin embargo, en 1823, con la intervención francesa de los Cien Mil Hijos de San Luis, Fernando recuperó el poder absoluto.
Los chops o resellos chinos grabados sobre las monedas de plata grandes del siglo XIX, como los 8 reales mexicanos o los trade dollars europeos, son un testimonio directo del comercio internacional entre Occidente y Asia, especialmente del intenso intercambio con el mercado chino.
Durante los siglos XVIII y XIX, China utilizaba la plata como base de su sistema monetario, pero no producía suficientes monedas propias para su enorme comercio interno y marítimo. Por ello, las monedas extranjeras, en especial los 8 reales españoles y mexicanos, comenzaron a circular ampliamente en los puertos y centros comerciales chinos. Estas piezas, por su pureza y peso estables, eran aceptadas como moneda legítima, pero antes debían ser verificadas por los mercaderes locales.
Para garantizar su autenticidad, los comerciantes, banqueros y casas de cambio chinos marcaban las monedas con pequeños sellos o punzones, conocidos como chops. Estos grabados solían consistir en caracteres chinos o símbolos que representaban el nombre del comerciante, la casa de cambio o términos como “puro”, “verdadero” o “bueno”. Algunos resellos también correspondían a autoridades locales o aduanas, que certificaban la entrada de las monedas extranjeras en circulación.
Cada vez que una moneda cambiaba de manos, podía recibir un nuevo chop, de modo que muchas piezas terminaron con numerosos resellos superpuestos, lo que indica que habían pasado por distintas regiones o comerciantes. El objetivo de estos sellos era confirmar la autenticidad y el contenido metálico de la moneda, prevenir falsificaciones y adaptar las piezas extranjeras al sistema comercial chino.
En consecuencia, los chops funcionaban como una garantía de confianza dentro del comercio. Una moneda marcada por una casa acreditada adquiría mayor aceptación, algo comparable a una certificación bancaria moderna.
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